Siguiendo con la propuesta de intoducir en la dieta veraniega distintas ensaladas y sin salirnos de los ingredientes de una lista de la compra básica vamos ver una realmente muy sencilla, básicamente, cebolla. A mucha gente le gusta la cebolla pero la come con moderación porque repite. A otros, no les gusta cruda porque pica un poco. Voy a contaros una forma de prepararla que suaviza el sabor y la hace menos propensa a repetir.
Tiempo esitmado de preparación: 10 minutos
Ingredientes:
- Cebolla roja o tierna
- Vinagre de vino blanco
- Aceite y sal
Preparación:
- Cortad la cebolla en juliana.
- Ponedla en un cuenco suficientemente grande para que quepa la cantidad cortada.
- Regadla con una generosa cantidad de vinagre de vino blanco (el sintético y el de manzana también servirían)
- Espolvoread una pizca de sal y cubridlo con agua.
- Dejad reposar la cebolla durante un buen rato, entre media y 5 horas. Cuanto más rato la dejéis en remojo, más se suavizará el sabor y la textura, es cuestión de pillarle el punto que más le guste a cada uno.
- Justo antes de comerla, filtradla y aclaradla, dejad escurrir un momento y aliñad con aceite de oliva en el último momento.